sábado, agosto 18, 2007


Raya para la suma


Es paradójico como de un momento a otro el clima puede cambiar radicalmente.
Conversando con un tío llegamos a la conclusión de que la vida está llena de veranitos de San Juan, esos bien soleados y cálidos. Que cuando llegan los disfrutamos al máximo; queremos estar al aire libre, tomar helado, correr y andar livianos de ropa. Cuando hace frío y está nublado andamos de mal humor, tenemos tanta ropa encima que hasta cuesta caminar y rogamos porque llegue un veranito pronto.
Esto no pretende ser una filosofía de vida ni mucho menos -aunque podría serlo- pero me gustó la analogía. La clave está en transformar los días feos en veranitos, y demás está decir –pero lo digo igual- no estar a la espera de que lleguen porque se pierde la emoción.
Hay que acostumbrarse a no poder acostumbrarse, hay que retorcerse las manos para no dejar de sentirlas. Hay que respirar hondo, juntar aire. Y no tener miedo de reírse a carcajadas.

jueves, agosto 16, 2007

Felinos wasted

En agosto los gatitos si que saben festejar...los tatas también celebrarán así su mes?


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