Batucada de Jesucristo
Nuestro domingo se redujo a caminar y fumar. Desde cualquier lugar del pueblo, se podía escuchar el sonido de los tambores y redoblantes vibrando por mil, junto con los coros de los lugareños tras la figura de la virgen. “Seguro que celebran hasta el día del calcetín para salir a la calle” dijo uno de los chicos (el más rudo por cierto), tratando de encontrar una explicación para tal espectáculo. Todos reímos y nos detuvimos por un rato a observar, queríamos cruzar la calle, pero no podíamos así que nos sumergimos en la multitud y anduvimos lúdicamente “contra la corriente”.
Además de probar las delicadezas que ofrecía el centro, como papas fritas, lomitos, italianos, empanadas y churros con manjar extra, fuimos a la playa (que pocos conocíamos). Donde el juego de las olas nos tentó repetidas veces y donde la marihuana, desfilaba a la americana.
En el parque “de los dinosaurios”, nos deleitamos con las extrañas formas de los árboles y tuvimos la suerte de ver un velociraptor (suceso que sólo los que allí se encontraban pueden explicar).
Las pintorescas calles del centro nos invitaban a recorrerlas y aunque fuera por obligación lo hacíamos con gusto, especialmente cuando nuestras reservas de alcohol se agotaban y cuando el bajón interrumpía las agradables veladas, de incesantes risas y conversaciones que incluían desde política hasta música y futuros cortometrajes ¿?...
Y así pusimos fin a un fin de semana de risas, descontrol y excesos; bailando al ritmo del reaggeton y la batucada. Escuchando Fito Páez y Bob Marley, (cuando era de esperar) y cuando perdíamos la noción del tiempo, a la americana.
[ VaMo$ A bRiLlAr Mi AmOr ]
Nuestro domingo se redujo a caminar y fumar. Desde cualquier lugar del pueblo, se podía escuchar el sonido de los tambores y redoblantes vibrando por mil, junto con los coros de los lugareños tras la figura de la virgen. “Seguro que celebran hasta el día del calcetín para salir a la calle” dijo uno de los chicos (el más rudo por cierto), tratando de encontrar una explicación para tal espectáculo. Todos reímos y nos detuvimos por un rato a observar, queríamos cruzar la calle, pero no podíamos así que nos sumergimos en la multitud y anduvimos lúdicamente “contra la corriente”.
Además de probar las delicadezas que ofrecía el centro, como papas fritas, lomitos, italianos, empanadas y churros con manjar extra, fuimos a la playa (que pocos conocíamos). Donde el juego de las olas nos tentó repetidas veces y donde la marihuana, desfilaba a la americana.
En el parque “de los dinosaurios”, nos deleitamos con las extrañas formas de los árboles y tuvimos la suerte de ver un velociraptor (suceso que sólo los que allí se encontraban pueden explicar).
Las pintorescas calles del centro nos invitaban a recorrerlas y aunque fuera por obligación lo hacíamos con gusto, especialmente cuando nuestras reservas de alcohol se agotaban y cuando el bajón interrumpía las agradables veladas, de incesantes risas y conversaciones que incluían desde política hasta música y futuros cortometrajes ¿?...
Y así pusimos fin a un fin de semana de risas, descontrol y excesos; bailando al ritmo del reaggeton y la batucada. Escuchando Fito Páez y Bob Marley, (cuando era de esperar) y cuando perdíamos la noción del tiempo, a la americana.
[ VaMo$ A bRiLlAr Mi AmOr ]
posted by Milena Moya M @ 9:50 p. m.
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